Optimismo sin gafas de color rosa: Cómo crear un clima laboral propicio para un alto rendimiento
¿Por qué algunas personas logran afianzarse en tiempos difíciles, mientras que otras van al fondo o esperan con la esperanza de que lo peor no les afecte? La raíz de la diferencia entre el primero y el segundo, según los defensores de la psicología positiva, es el grado de predisposición al optimismo. Además, los “positivistas” afirman que esta cualidad puede desarrollarse, tanto en personas como en organizaciones enteras.
Imagina que se presenta un problema que afecta significativamente tu organización. Eres el gerente y tienes que tomar decisiones. ¿Qué es lo primero que debes hacer? ¿Cómo te sentirías? La principal actitud que debe tomar un gerente es la de la seguridad, tener seguridad de tu equipo y en que tienes las capacidades necesarias para lograr afrontar cualquier reto. Esta seguridad trae consigo un sentimiento de positivismo que permitirá continuar a pesar de lo que venga, no solo a ti pero también a los trabajadores. Es importante que irradies este sentimiento, pues los trabajadores te ven a ti como un ejemplo.
El optimismo trae consigo también la esperanza al equipo, esperanza de que juntos pueden sobreponerse a cualquier problema. El punto de este optimismo es el generar un clima laboral saludable, el cual es necesario para tener la energía y perseverancia necesaria y forjar un mejor futuro.
Algunos consejos que te pueden ayudar a crear este ambiente con optimismo son los siguientes:
- Alinear valores tanto corporativos como personales
- Unir al equipo y fomentar la colaboración
- Como gerente debes transmitir todo lo que pidas
- Escucha activa y apertura a iniciativas
- Motivación constante
De la misma manera, en caso se te presente un obstáculo en tu vida diaria debes tener la seguridad de que eres capaz de afrontar el reto con preparación. Nunca debes perder el optimismo, pero tampoco el respeto. No confundir optimismo con ingenuidad pues puede hacer que se asuman más riesgos de los necesarios.
